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Tanto si vives de alquiler como si eres propietario, sabes que una despensa es realmente una solución perfecta para guardar tanto alimentos, como los mil cacharros que acumulamos en la cocina. Pero cuando no la hay ¡Qué complicado se nos hace mantener el orden!
Por suerte, siempre hay soluciones inteligentes y bonitas, que nos solucionan la papeleta. Hoy os cuento 5 formas asequibles de añadir una despensa a tu cocina. ¡Y todas sin hacer las temidas obras!
4 formas de añadir una despensa a tu cocina
1. Baldas de todo tipo
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Los que me conocéis más sabéis que soy una auténtica fanática de las baldas abiertas.
Cuando hice la reforma sin obras de mi cocina lo tuve claro. Los muebles solo me servían para guardar muchas cosas absurdas y acumular mucha comida que acababa por caducar. Por eso, aposté por un sistema de baldas abiertas.
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¿Y no coge suciedad o polvo? Pues eso depende sobretodo de lo que expongas. Si tu cocina está en continuo movimiento los platos irán del estante, a la mesa, de ahí al fregadero (o lavavajillas), y vuelta a la balda.
De verdad que no le da tiempo a coger ni polvo ni grasa. En lo referente a la despensa, en realidad es la misma idea.
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Sírvete de botes con tapa, recipientes transparentes para las especias, y cajas de madera para guardar las cosas pequeñas. El truco es no acumular alimentos ni utensilios que en realidad nunca usas o consumes. Es la mejor forma de mantener en orden la cocina.
2. Recicla un mueble con otro uso
Desde viejos aparadores de las abuelas a vitrinas o expositores. Si tienes la gran suerte de disponer de una pared libre en la cocina, apuesta por uno de estos polivalentes muebles.
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Suele funcionar muy bien una limpieza básica, una lijadita rápida, saneamiento de posibles ser vivos en la madera, y una manita de pintura.
Unos tiradores nuevos, o unas cortinillas si tiene cristal, y oye... ¡como nueva!
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3. Carros, islas, mesas con o sin ruedas
Ya sabes que Ikea tiene muchos muebles de este tipo que se pueden acoplar a casi cualquier cocina. Pero no es imprescindible que sea nuevo, ni mucho menos.
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Cualquier carrito auxiliar, o cómoda antigua puede servir como pequeña despensa improvisada en tu cocina.
4. Abierta de par en par
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Con estanterías metálicas o incluso de pino puedes hacer una composición que de para mucho. ¿Y cómo hacemos para que no quede muy cubre? Pues pensando no solo en su funcionalidad sino también en su estética.
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Fíjate en la foto, en la base cestas y cajas de plástico con tapa. Después, ollas y botes herméticos (todos iguales). Más arriba cajas de madera, boles, recipientes plásticos. Aquí no se ven envases comerciales. ¡Sólo utensilios y comida!
Ya ves que soluciones siempre hay, sólo es cuestión de ponerle un poco de ilusión. ¿Qué, te animarías a añadir una despensa a tu cocina? Ya me dirás qué opción te convence más...
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