Esta vivienda en concreto se encuentra en Estocolmo. Se compone de zona de estar-comedor y cocina en un mismo espacio abierto, con dos grandes ventanales hasta el techo y, lo que nos ha encantado, unas tupidas cortinas de terciopelo gris que servirán para oscurecer la estancia en le momento que lo deseen y también para proteger la vivienda del frío invierno. La cocina se ha diseñado con el mobiliario en madera para aportar más calidez al gran espacio. Para la encimera y el frente han utilizado mármol, que aporta elegancia y contrasta con el resto. Cuenta también con dos dormitorios de matrimonio, ambos con las mismas cortinas que nos han encantado del salón.
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