Ya sea de "lolita" o del típico papel acolchadito y con relieve que se colocaba en los pisos en los 90.
Ese papel que te quedabas mirando buscando similitudes, caras, simetrías y que si te girabas...no volvías a encontrar.
El gotelé, era un recurso ante las imperfecciones, una moda, y un dolor a partes iguales.
Ha costado hacerle entender a constructoras y empresas del sector que el gotelé en las paredes mal, pero... ¿y en el techo? ¿Existía esa necesidad?
Aunque en el mercado existen cada vez más productos que "facilitan" su eliminación, o vinilos y paredes que se adaptan a este tipo de acabados, es cierto que siempre daba como reparo ponerse a ello, o intentar disimularlo con colores fuertes y estridentes en estas paredes.
Hoy os traigo un ejemplo de dormitorio, al más puro estilo escandinavo, sobre paredes de volumen (vale, no es exactamente gotelé, pero podría serlo sin lugar a duda) que integra el fuerte carácter de una pared de color negro, con el minimalismo nórdico del color blanco.
Una forma de ver que la estética sobrepasa las imperfecciones, así que si no queréis enrolaros en obras que os quiebren la cabeza... que sepáis que se puede conseguir un look muy nórdico con gotelé y todo.
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