Cada vez que me enfrento a un proyecto, me gusta aportar un toque de handmade. De naturalidad y productos artesanos con los que realmente se sienta distinción y personalidad. Una de estas piezas, suele ser en grandes proyectos, los sofás echos a mano o personalizados, suelen ser la clave.Bajo un diseño, un gusto y sobre todo, ese toque personal que va mas allá de elegir la tapicería es con el que realmente se suele conseguir llamar la atención de un espacio, siempre consiguiendo satisfacer nuestros gustos y necesidades.
Siempre veremos espacios de aires coloniales con grandes y voluptuosos sofás, espacios minimalistas de lineas bajas y mas rectos o sin embargo esos en los que el toque alocado, de curvas y tapicerías variadas le aportan dinamismo y movimiento al interior.
Karanné es uno de nuestros colaboradores, con los que he descubierto el cuidado y mimo en cada detalle y sofá.
Con un taller de fabricación propio, cuentan en su haber con una gran variedad de diseños a sus espaldas y con una plantilla de expertos que consiguen diseñar, y poner estilo a nuestras ideas en forma de un sofá personal.
Os aconsejo que visitéis su showroom, su web y sobre todo, que os atreváis a diseñar esta pieza única.
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