Como el espacio de la habitación era muy blanco, ellas quisieron añadirle colores naturales bien vivos : verdes y naranjas. La fiesta de inspiración que ellas celebraron se realizó en otoño pero creo que se puede realizar en cualquier época del año, incluso del mismo color naranja. Si ves que no se amolda a la idea de tu fiesta puedes cambiar los detalles y las flores de otros colores.
Siguiendo una temática minimalista vistieron la mesa con un enorme mantel blanco que llegaba hasta el suelo que contrastaba a la perfección con las sillas de madera estilo vintage. Con unos 4 o 5 floreros de diferentes tamaños aportaron casi todo el color y el protagonismo a la mesa. Intentaron que los floreros tuvieran un estilo lo bastante rústico para que combinaran con la estética de la habitación y los llenaron de flores blancas y naranjas con varias ramas de color verde para avivar el escenario.
El encanto en esta decoración recae en las ramas de hojas verdes suspendidas encima de la mesa. Le aportan mucha naturalidad al ambiente. Me pareció un detalle acertadísimo y, además es muy fácil de hacer. Recoges unas cuantas ramas y las atas con tanza o cuerdas naturales. Incluso las puedes pegar a la pared, quedarán igual de bien.
Lo fundamental es que todos los elementos formen una armonía: estilos similares, colores de la misma gama, flores naturales. Espero que te haya gustado esta preciosa mesa llena de color y que te sirva de inspiración para tus próximas fiestas.