En concreto hoy quería hablar de las velas aromáticas.
Las velas aromáticas son uno de los modos más sencillos de añadir un agradable perfume a cualquier hogar sin necesidad de recurrir a ambientadores químicos. Fabricadas con productos naturales y un toque artesano en su diseño, decoran al tiempo que proporcionan un agradable aroma. Según la composición y concentración de perfume en cada una de ellas los resultados pueden ser muy diversos. Existe una amplísima gama de velas aromáticas disponibles, pues sus posibilidades son casi infinitas y se adaptan a los gustos de cada persona. Resultan ideales tanto como regalos como para ser empleados en el propio hogar.
El universo de las velas aromáticas ha experimentado una gran evolución, y hoy en día es posible adquirir no solamente las de olores más tradicionales, sino otras que han ampliado enormemente los límites olfativos. Las fragancias naturales siguen estando entre las preferidas, pues aportan un toque campestre que nos conecta con los universos más rurales. En el podium de cualquier ranking de velas aromáticas no pueden faltar las de rosa, aceite de oliva, aloe, almendra, canela o jazmín. Las inspiradas en elementos gastronómicos también resultan muy apetecibles: manzana, melón, mango, piña, plátano, pomelo o más elaboradas incluso: praliné, confitura, turrón… Otras directamente nos remiten a mundos exóticos, permitiéndonos viajar con tan solo un aroma: por ejemplo, las que imitan el olor de un jardín japonés o un jardín persa. Pero la evolución ha llegado hasta tal punto que existen ya velas aromáticas que hacen que el viaje por el mundo sea todavía más directo. ¿Sabíais que por ejemplo existen velas que reproducen los olores de ciertas ciudades o incluso de ciertos barrios de Barcelona? Como la imagen de la Barceloneta no es la misma que la del Barrio Gótico, tampoco lo son sus olores. Imaginad poder volver a esa ciudad amada o rememorar el viaje de vuestras vidas simplemente encendiendo una candela. ¿Mágico, no?
Además de aportar un toque de perfume al hogar, las velas aromáticas pueden mejorar nuestra salud y hasta aportar toques afrodisíacos. Sólo se trata de conocer el uso óptimo para cada una de ellas. De eso va justamente la aromaterapia. Por ejemplo, la canela es afrodisíaca y estimulante mental; la lavanda relaja y elimina la ansiedad; el jazmín es antidepresivo, relajante y sedante, y la manzana alivia la migraña. Por su parte, el tomillo mejora la capacidad de concentración y el cedro calma la agresividad.
Otro de los elementos positivos de las velas aromáticas es que han sido elaboradas empleando ingredientes fundamentalmente naturales y que han sido creadas de manera artesanal. Todo ello reduce el impacto sobre el planeta de su fabricación y nos asegura un contacto mucho más directo con la naturaleza y sus beneficios, lejos de los componentes químicos de otro tipo de velas más nocivas para nuestro organismo. En un mundo en el que cada vez se valora más la conciencia ecológica y el cuidado natural de nuestra salud, sin duda su carácter artesano es un punto muy a su favor. ¿A qué esperas para hacerte con la tuya?
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