¡Ooooh! Se me acabaron las vacaciones, comienza de nuevo la rutina pero es una buena rutina. Aún queda mucho verano por delante, tardes de terrazas al aire libre y fines de semana que se convierten en mini vacaciones.
Por eso, para seguir disfrutando del verano, hoy traigo un post muy fresquito y es que quiero mostrarte lo que es, para mi, la piscina perfecta.
Es una piscina para viviendas unifamiliares, rectangular, estrecha y alargada. De líneas rectas y con un acabado natural. Es elegante, sofisticada y moderna. ¡Me encanta!
Suele situarse en jardines o patios dónde el espacio es reducido. Ubicándola en un lateral permite dejar espacio suficiente para disponer de otras zonas en el exterior. Pero si por el contrario se coloca en el centro, dándole total protagonismo, se puede crear un precioso paisaje, como si de un lago se tratase.
Una de las cosas que más me gustan es su acabado. Alejándose del típico gresite azul, las paredes de estas piscinas se recubren de cemento pulido o microcemento, unos revestimientos continuos, sin fisuras y de texturas suaves. Al permitir, para el acabado final, una amplia gama de colores, el agua adquiere preciosos tonos azulados o verdosos que la hacen parecer totalmente natural.
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Con lo que me gusta nadar, menudos largos que me iba a echar en una de estas piscinas. ¡Qué bonitas!
¿Habías visto este tipo de piscinas? ¿Cuál te gusta a ti?
¡A darse un chapuzón!
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