Primero, encontraron esta casa antigua en el centro de Madrid. Luego, decidieron encargarse de la reforma para convertirla en su hogar. Ellos no siguen tendencias, no imitan, no se dejan influir. Tienen un estilo que busca decoraciones con sensaciones. Así se sienten a gusto. Cada proyecto es personal porque cada casa tiene algo que contar. Les gusta que las reformas no escondan su pasado y que, a pesar de los toques que dan con su varita mágica, sigan siendo fieles a su origen.
En su casa, los blancos interiores se llenan de elementos antiguos y detalles personales como las escayolas o las molduras. El resultado es una puesta en escena elegante para vivir los siete días de la semana porque si algo persiguen es una decoración real. Mi estancia preferida es el dormitorio aunque el patio interior con vistas al cielo de Madrid le sigue muy de cerca.
"Nos gusta que las casas no aparenten haber sido rehabilitadas, que parezcan muy conservadas en origen incluso que la figura del arquitecto de interiores se diluya ... leer más
que se vean reales..."
Si queréis conocer más sobre ellos, os recomiendo la entrevista entera que podéis disfrutar aquí.
Sed felices,
Vía