Todavía recuerdo cuando, hace años me senté en una silla en la que alguien con mala idea había dejado una bola enorme de chicle. Al levantarme, me llevé la silla conmigo, de lo grande que era. Aún recuerdo a mi madre intentando retirarla con todo tipo de disolventes, y sudando la gota gorda.
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Sin embargo, la solución, es más fácil que todo eso. El truco consiste en aplicarle frío.
Se trata de conseguir que pierda su elasticidad, que es lo que lo convierte en pegajoso, y simplemente arrancarlo entonces.
Lo más importante es saber cómo hacerlo. No es cuestión de pasarle un trozo de hielo y ya está. Así conseguirás resultados parciales. Hay que ir aplicando frío durante todo el proceso para que no queden restos. En el siguiente video te muestro el modo correcto de hacerlo, para que la prenda afectada quede como nueva. Vas a ver que es muy fácil y si te pasa alguna vez (que a todos nos pasa), podrás retirarla rápidamente.
Espero que te guste, y que si en algún momento tienes alguna duda me preguntes sin ningún problema.
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Fuente: este post proviene de Los Trucos de Julieta, donde puedes consultar el contenido original.
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