Como ya os he ido enseñando (aquí, aquí y aquí) no es mala idea ir guardando retales de tela que sobren de algún trabajo ya que con el tiempo siempre acabaremos dándole un nuevo uso. Estoy decorando la zona del escritorio nuevo que compré (cuando lo tenga todo bien os lo enseñaré) y la alfombrilla que tenía no me convencía mucho en combinación con el resto de cosas así que en vez de comprarme otra aproveché la que tenía forrándola con una tela blanca bordada.
Tengo que avisar que este tutorial sólo será valido si tenéis ratón con luz óptica, con bola no os serviría ya que no deslizaría por la superficie. Yo he escogido una tela bordada porque es la única blanca que tenía pero personalmente es más cómoda para manejar el ratón si es completamente lisa. Dicho esto, ¡vamos con el tutorial!
Necesitaremos:
- una alfombrilla de ratón
- un retal de tela más grande que la superficie de la alfombrilla
- cola blanca
- un pincel
- tijeras
Lo primero que haremos es proteger la superficie de trabajo, con papel de revista o periódico ya que seguramente manchemos un poco con cola. Ponemos cola blanca por toda la superficie de la alfombrilla y con el pincel la vamos extendiendo al máximo por toda la superficie insistiendo hasta el borde. Intentad que no queden gotas grandes o pegotes de cola.
Colocamos la tela encima y con las manos vamos extendiendo desde el centro hasta los bordes para evitar arrugas y que pegue bien toda la superficie. Insistimos en los bordes que queden bien pegados.
Una vez esté bien pegada la tela, pasaremos a recortar los bordes sobrantes con las tijeras lo más preciso posible. Dedicarle unos minutos de paciencia para hacerlo bien. Para asegurar que no se desilache y se separe la tela de la alfombrilla aseguraremos con un poco de cola blanca en los bordes con la ayuda del pincel. No os paséis de cola y hacedlo poco a poco.
Ahora sólo quedará dejarla secar y ya podréis decorar vuestro escritorio con una bonita alfombrilla de ratón por un precio mínimo. ¿Qué os ha parecido? ¿Tenéis alguna otra idea similar?
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