A mí me resulta algo muy útil, pues apunto a principios de semana lo que sé si o si que tengo que hacer, por ejemplo ir con Daniela a natación los miércoles y viernes, ir al supermercado, reuniones del colegio, etc.
Y el resto de huecos, los voy rellenando con actividades que me gustaría hacer, pero no son obligatorias, por así decirlo: salir a correr, jugar a padel, ir de compras.
Suelo hacer este ejercicio de reflexión a principios de semana porque a mi me gusta tener todo controlado, y luego si surgen cambios voy añadiendo, modificando o eliminando lo que haga falta.
Lo importante para mí es lo siguiente:
1. Fijar las horas en las que puedo hacer actividades.
En mi caso, siempre es de 17h a 19h, que es el tiempo libre que tengo entre la salida del trabajo y la hora límite que me he fijado para llegar a casa.
2. No llenar la agenda de tareas.
En esas 2 horas, suelo meter 2 o como mucho 3 tareas o actividades que tengo o quiero hacer.
Prefiero quedarme corta que pasarme y tener la sensación de que no he hecho todo lo que quería.
Además tienes toda la semana para distribuir todo lo que tienes o quieres hacer.
3. Si se te ha dado bien un día, adelanta trabajo.
Hay veces que un día se te ha dado de lujo, y no sólo has hecho lo que tenías que hacer, sino que además te sobra tiempo para hacer algo más.
Mira tu agenda y adelanta las tareas que puedas para hacerlas antes.
Nunca se sabe lo que puede pasar al día siguiente, ni como se te puede complicar el día.
4. Marca lo que has hecho, y lo que no pásalo al día siguiente.
Toda tarea o actividad que has hecho, táchala o márcala como hecha.
Los días se pueden complicar y no podemos hacer nada, por muy organizadas que seamos. Así que si a algo no has llegado, planifícalo para otro día de la semana en el que tu agenda no esté tan llena.
5. No te martirices.
Está prohibido sentirse culpable por no haber hecho todo lo que querías.
Sí, yo también soy de esas a las que les encanta ir tachando líneas de la agenda y se siente genial cuando no ve nada sin hacer.
Pero no podemos controlar todo lo que nos rodea, y a veces terminar o hacer algo es imposible.
Como colofón final, he diseñado un planificador semanal para ayudarte a organizar tus semanas, que puedes obtener en mi tienda de Etsy.
¡LO QUIERO!
He añadido lo indispensable para que te sea de utilidad, y no pierdas tiempo en rellenarlo.
Y como es en formato electrónico, puedes imprimirlo y hacerte tu propia agenda, guardarlo para tenerlo accesible desde cualquier dispositivo y te sirve para siempre.
TU TURNO: Y tú, ¿cómo sueles planificar tu agenda?
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