Los beneficios de descansar bien son muy variados y necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Y, sobre todo, de nuestra mente. Un buen descanso nos despeja las ideas y nos ayuda a asimilar lo ocurrido durante el día. Incluso favorece nuestro buen humor.
Por eso, para que nada estropee tu estación soleada, hoy vamos a darte unos sencillos consejos. Gracias a ellos, conseguirás dormir bien en verano y tener el descanso que necesitas. Tu día de playa o tu ruta por el campo ya no tendrán un final infeliz por culpa del calor nocturno.
1. Hidrátate bien
Si en cualquier momento es bueno estar bien hidratado, con calor más aún. Las altas temperaturas hacen que sudemos y nos deshidratemos, así que hay que aumentar la ingesta de líquidos. El vaso de agua no puede faltar en la mesita por si te entra sed durante la noche.
2. Las cenas, mejor ligeras
Acostarte tras una comida copiosa no te ayudará a dormir bien en ninguna época del año. Pero en verano nos resulta más fácil comer menos debido al calor. Vamos a aprovecharlo para cenar ligero y ayudar a nuestro descanso. Si tomas fruta o helados ayudarás también a cumplir con el paso anterior.
3. Ni café, ni tabaco ni alcohol
Ninguna de estas sustancias te ayudará a conciliar el sueño en verano si las tomas antes de ir a la cama. Puedes probar con infusiones relajantes como valeriana, pasiflora o manzanilla.
4. Ejercicio sí, pero ¿cuándo?
Aunque pienses que hacer ejercicio por la noche te ayudará a dormir mejor, realmente no es así. Sí que te notarás más cansado físicamente, pero tu cuerpo estará más activado y te costará más conciliar el sueño. Intenta ejercitarte por las mañanas o al menos unas cuatro horas antes de dormir.
5. Elige los textiles adecuados
No todos los textiles te ayudarán a dormir con temperaturas elevadas. Elige tanto pijamas como ropa de cama ligera y cómoda. Olvídate de la seda o la franela, el algodón es el más recomendable cuando luchamos contra el calor.
6. Regula la temperatura
Es mejor tener una habitación bien ventilada para dormir, pero en verano tendrás que prestar atención al momento en que ventilas. Cierra ventanas y cortinas a las horas más calurosas. También te ayudará apagar todos los aparatos electrónicos, ya que generan calor solo con estar enchufados. La temperatura ideal para dormir está entre 18 y 20 grados. Si no lo consigues de forma natural, puedes ayudarte de aire acondicionado o ventilador. ¡Pero cuidado con excedernos en el frío!
Si sigues estos consejos básicos conseguirás tus necesitadas 6 u 8 horas de sueño, ¡incluso en verano!
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