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Esta es la cuarta entrada que le dedicamos a esta tarea tan importante dentro de la decoración de la casa. Después de los post anteriores no sólo sabemos ya, qué sofá nos encaja en nuestro espacio si no como aprender a reconocer sus diferentes calidades.
A lo largo de cuatro post hemos desgranado todos los detalles de esta pieza protagonista en el salón y si caes aquí por primera vez te diré que el sofá sí importa, y mucho, no sólo porque el estilo quede integrado dentro de la decoración de tu salón si no porque su tamaño sea el adecuado para tus necesidades y sobre todo sea muy muy cómodo. Ten en cuenta que al cabo de la vida útil de tu sofá vas a pasar muchas horas en él, no tantas como trabajando, pero si unas cuantas, por lo tanto esta pieza debe responder a las expectativas.
Nos queda una tarea final por resolver, buscar la tela que más nos encaje en nuestro estilo. En este punto nos vamos a centrar, por un lado en el color y por otro, en el tipo de tela.
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Seguramente una de las cosas que tengas claras antes de empezar es el color que quieres para tu sofá, aun así antes de seguir te diré que el gris es tu color, no estoy hablando de una cuestión de moda, sino porque en cualquiera de sus gamas es un color muy combinable. Si eres amante del estilo nórdico es tu color sin pensártelo dos veces, si tu estilo es otro, da igual, ya que lo vas a incorporar a la perfección.
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Rehúye los colores fuertes y chillones, a pesar de que en un principio te parezcan tu aliado y de que estilismos como el de la imagen son ideales, estos colores realmente no lo son y con el tiempo vas a acabar odiando la tapicería de tu sofá. Es preferible ser más conservador, a no ser que no te importe cambiar de sofá en unos años. Sé de sobra que no soléis hacer caso cuando un decorador os hace esta sugerencia pero como se suele decir "sabe más el zorro por viejo que por zorro" y la experiencia es un grado. Si te digo esto es por algo. No solo te va a resultar a la larga más difícil de combinar, cuando tengas que pintar de nuevo la pared, por ejemplo o cuando vayas a elegir tus cojines, si no que al final, visualmente, son colores que cansan mucho.
Mi consejo es que si quieres rojo, por decirte un color, en tu salón, busques un fondo neutro y lo llenes de cojines rojos.
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Evita los tonos oscuros, negros, azules...tenlo en cuenta por cuestiones prácticas. Cada mota de polvo, cada pelusa, se va a convertir en protagonista en tu sofá, y esto, a su vez, en más trabajo si quieres mantenerlo todo en orden.
Los tonos suaves son tus aliados, colores como el rosa cuarzo o el azul serenity elegidos este año como colores del año por Pantone, son muy fáciles de coordinar en cualquier estilismo.
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El blanco y todas sus gamas, unos lo aman y otros lo odian. Yo sólo lo elijo en función del estilo de vida de cada cliente. Donde no lo usaría, en una casa con niños.
Vamos a ser realistas, es un color que no sólo combina a la perfección, si no que aporta mucha luz a la estancia.
Soy amante del blanco pero tengo mis dudas por cuestiones prácticas ¿qué hago?
Busca una tela jaspeada, ¿qué es esto? es una tela veteada o salpicada de pintas como el jaspe. Nos vamos a encontrar, en el caso del blanco, con una tela en este tono como base, salpicada de hilos en otros colores tierra, esto la convierte en una tela mucho más sufrida. Las posibles manchas, las zonas que se rozan más por el uso quedan más disimuladas. Así que, si te decantas por un color claro tu mejor opción es una tela jaspeada.
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Fuente: este post proviene de Tu Cajón Vintage, donde puedes consultar el contenido original.
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