Uno de los detalles que diferencian la decoración oriental de otro tipo de decoraciones es el uso de muebles de pequeñas dimensiones, generalmente bajos. El autentico protagonista de un ambiente de este tipo es el suelo, el cual adquiere un toque muy especial con una alfombra de grandes dimensiones o cojines de diversos colores en consonancia con el color de las paredes, cortinas y complementos.
El color de las paredes es otra de las características a tener en cuenta en la decoración oriental. La gama de colores es muy amplia, aunque siempre optaremos por tonos como el verde, el turquesa o el púrpura, que le darán un estilo exótico. Recuerda que debe de existir un color dominante en base al cual se elegirán las tonalidades del resto de elementos.
En cuanto a la iluminación optaremos por luces cálidas como las velas aromáticas o los pequeños faroles. La decoración oriental huye de grandes fuentes de luz, en parte debido al aire místico que pretende recrear. Recuerda que la luz indirecta es preferible en este tipo de ambientes.
Finalmente no podemos olvidar los pequeños detalles orientales que pondrán el toque final en nuestra estancia de aire oriental. Un bandeja con flores, jarrones o bandejas en tonos metálicos, o figuras de piedra son complementos ideales para darle a tu estancia ese toque armónico propio de la filosofía oriental.
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