Texto: Sol Dellepiane A. / Fotos: Arq. Daniela Mac Adden / Producción: Virginia Braun
Dominando el diseño y la ciudad.
Así fue diseñado este piso cuarenta y tantos del edificio El Faro, en Puerto Madero. El arquitecto Rubén Valdemarin fue quien comandó el desafío de transformar esta especie de terreno valdío en las alturas (su propietario había pedido que se lo entregasen completamente vacío, solo con el cerramiento perimetral de vidrio, sin divisiones internas ni terminaciones) en un búnker del diseño contemporáneo más sofisticado.
La alta sintonía entre el cliente y el equipo profesional se percibió desde el primer momento. “Automáticamente se generó una dinámica excelente, de esas que suceden pocas veces y en donde los gustos y conceptos se comparten y potencian generando resultados asombrosos. Nos dimos cuenta que teníamos miradas similares y apuntábamos al mismo lugar; todo lo que proponíamos era celebrado y aún más, expandido y potenciado por la visión del otro” –describe el arquitecto.
En conjunto, entonces, se tomaron algunas decisiones fundamentales, como conservar al máximo el gran vacío que constituía el piso en la situación en que fue recibido y potenciar la sensación y el privilegio de un espacio tan grande a casi 200 metros de altura.
Continua en revistadyd.com
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Modificado:
