Como ya os sabéis, la botella de la calma es una herramienta muy útil para ayudar a los niños a relajarse cuando están nerviosos, frustrados o enfadados. Tiene como fin último ayudar a controlar sus emociones.
Materiales
1 bote de cristal ó plástico
Purpurina de color ( mejor azúl con tonos claros)
Agua templada
Colorante
Pegamento glitter o transparente
1 cuchara sopera y otra de postre.
Verter agua templada en el bote.
Echar 2 cucharadas soperas de pegamento y remover bien.
Añadir tres cucharadas de postre de purpurina del colore elegido y volver a remover.
Añadir una gota de colorante alimentario y remover de nuevo.
Por último y cerrar el bote y ya tenemos lista nuestra Botella de la Calma.
¿Cómo se usa?:
Es muy importante aprovechar un momento en el que los niños están tranquilos para explicarles cómo funciona. Sólo así estarán receptivos a nuestras explicaciones y les permitirá usarla correctamente cuando la necesiten.
Agitaremos el tarro y veremos como la purpurina lo envuelve todo sin ningún tipo de orden. Les explicaremos que cuando estamos enfadados nuestra mente está como ese bote, todos nuestros sentimientos están mezclados, revueltos….Un caos.
Pero en el momento que dejamos el bote reposar, es decir, cuando respiramos, nos tranquilizamos y somos conscientes de cómo nos sentimos, nuestra mente se va ordenando, igual que la purpurina en el bote que cae lentamente hasta depositarse en el fondo, y así somos capaces de volver a estar en calma.
Este método es una forma muy visual de que los más pequeños de la casa entiendan la diferencia entre las dos situaciones y consigan reconocer y controlar sus sentimientos. ¿Interesante, verdad? Pues probad a ponerlo en marcha!!
Nosotras tenemos la botella de calma dentro del botiquín emocional que preparamos hace unos meses, y que podéis ver aquí pero estamos seguras de que si hay peques en casa, la vais a tener muy muy a mano!!
Ya os contareis!!
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