Qué necesitas para hacer tu portafotos
Retales de listones de palet
Clavos, martillo y cola de carpintero
Pinzas de oficina (las mías fueron diseñadas por un tal Stephen Hawking, en colaboración con el Instituto Tecnológico de Massachusetts ;P), destornillador y tirafondos cortos
Lija de grano medio
Brocha y material para dar un acabado envejecido
Cuerda de sisal y grapadora Paso 1- Estructura de nuestro portafotos
Para empezar vamos a unir 3 piezas de madera de palet para conseguir el ancho apropiado para nuestras láminas. Corta las 3 lamas a la misma medida y únelas por detrás encolando y claveteando unos listones.
Cuando nuestras piezas estén secas lijaremos la estructura con lija de grano medio para limpiar la superficie de manchas y astillas, dando un acabado más fino a la madera.
Paso 2- Oxidado o teñido de la madera con la técnica del vinagre y el té.
El encanto que le encuentro a usar madera de palet es ese aspecto ajado y quemado por la lluvia y el sol. Al lijar la madera descubrimos una capa de madera nueva, por lo que se pierde un poco ese atractivo. Para envejecer nuevamente nuestro portafotos usaremos la técnica del vinagre y el té. Esta técnica la encontré buscando una forma de imitar madera de deriva, y me gusta mucho porque consigues un tono distinto al que te dan los tintes comerciales.
Necesitaremos:
Bote de cristal con tapa
Vinagre de manzana o vinagre de vino
Lana de acero o estropajo metálico (puedes encontrarlo en Leroy Merlín fácilmente)
Bolsitas de té negro para infusionar
Brocha Sumerge varios trozos de lana de acero en un bote de cristal con el vinagre. Remueve, tapa y reserva durante al menos 24 horas antes de usarlo, luego puedes dejarlos dentro indefinidamente. Cuanto más tiempo macere más potente se volverá nuestro tinte. Con el vinagre de manzana conseguiréis un tono más grisaceo, y con el de vino un color más marrón. El que yo he usado tiene más de un año, así que es muy potente y oscuro ¡al oxidar la lana huele bastante mal, no os asusteis!
La magia reside en combinar nuestra “vinagreta especial” con una buena taza de té negro, ¡no te lo pierdas!
Aplicación de la técnica
Prepara un té negro bien cargado, como dos bolsitas en medio vaso de agua hirviendo y déjalo enfriar. Pinta con ese líquido la madera. No parece que se produzca un cambio evidente, se teñirá ligeramente.
Cuando la pieza esté bien seca aplica una capa del vinagre macerado, observarás que hace reacción con el té y el color se oscurece bastante.
Deja secar bien para comprobar el tono final. Si quieres un tono más intenso repite el procedimiento de nuevo, capa de té, capa de vinagreta, respetando los tiempos de secado entre capas.
Paso 3- Acabado de nuestro portafotos reciclado
Para poder colgar nuestro portafotos vamos a usar una cuerda de sisal, que graparemos en la parte de atrás. Anuda la cuerda para que el cabo no se acabe soltando al deslizarse por debajo de la grapa.
Ahora damos la vuelta a nuestro portafotos y atornillamos las pinzas de oficina que sujetarán las láminas o fotos que elijamos. Usaremos unos tirafondos cuyo largo no exceda el grosor de nuestros listones, si la madera es dura deberías hacer un agujero guía para facilitar el atornillado.
Y ya sólo queda probar que la pinza funciona correctamente y que sujeta a la perfección nuestra foto.
Yo he añadido una estrella de mar de pasta de papel para decorar una esquina y dar un toque playero.
Puedes hacer una composición con varios de ellos, o usarlo en solitario. Y si te aburres de las fotos, tardarás más tiempo en elegir una foto nueva que en cambiarla.
Si no te gusta el acabado rústico de la pieza puedes pintar los listones con algún color pastel en vez de teñirlos, así puedes adaptar el portafotos al estilo de tu casa.
Si tu vinagre tiene demasiado color (porque tenga mucho tiempo como el mío), siempre puedes añadir a la mezcla más vinagre y eliminar la lana de acero del bote, así suavizas la intensidad.
También puedes convertir tu portafotos en un porta notas para dejar mensajes en la entrada de casa. En realidad es muy versátil, y por lo barato que sale podíamos llenar la casa de ellos.
Ya ves, un diy super fácil y low cost, que se hace en un rato, ¿qué más podemos pedir? Pues yo que me dejéis algún comentario con lo que os ha parecido, y os animéis a hacer alguno
Un beso y nos vemos la próxima semana, y si te gustan nuestros contenidos no olvides suscribirte a mi newsletter.
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