El post de hoy es de esos que se me resistía, y no por dificultad sino que creo que por vagancia y mira que es fácil!, pero no se, no había manera, así que ayer por la tarde me quite esa perrería de encima que llevaba y me puse a hacer el tutorial para que vosotros también lo pudieráis hacer en casa.
Cada vez que veía estos fantásticos portavelas de pared se me caía la baba, y siempre pensaba... ya los haré, pero es que no tengo perdón, y ahora con lo que me gustan ya estoy buscando donde colocar más, así que sin dar más vueltas, os dejo con la explicación para que os pongáis manos a la obra porque creedme que más fácil y más low cost no puede ser, y como me sobraron palitos de mi caseta jardín que os enseñe aquí (que por cierto se que os debo el tutorial), pues me decidí a ver si los terminaba, pero nada, todavía me han sobrado unos cuantos... tendré que mirar en que los gasto!!! jajaja.
Para nuestros portavelas necesitamos:
- Palillos de pinchos
- Cola caliente
- Tijeras
- Una vela pequeñita
- Pintura en espray
- Tabla de cortar o papel cuadriculado
Lo primero que tenemos que hacer es cortar nueve palos a la medida que más nos gusten. Los mios hacen 12 centímetros, pero eso dependerá de lo grande que los queráis.
Una vez los tengamos cortados, con ayuda del celo los iremos pegando a nuestra tabla de cortar o en su defecto a un folio cuadriculado, eso es solo para asegurarnos de que vamos recto y no nos queden luego torcidos.
Ahora con la cola caliente vamos pegando todas las uniones una a una y dejamos que se vaya enfriando la cola, de ese modo, se quedará dura y hará que nuestro portavelas sea más rígido
Cuando tengamos las uniones bien secas, ahora vamos a pegar los tres trocitos centrales, como véis el procedimiento es el mismo, pero esta vez no os van a quedar planos, sino que hacen un poco de barriguita hacia afuera.
Una vez todo encolado y seco, pintaremos nuestros bastoncitos del color que queramos, yo he escogido negro porque ya sabéis que es uno de los colores que predomina en mi casa.
También pintaremos la vela pequeña. Para no manchar el interior, le dais la vuelta hacia abajo y la pintáis tranquilamente.
Cuando tengamos las dos cosas bien secas, lo único que nos queda por hacer es juntar nuestra vela con los bastoncitos, así que añadiremos un poco de cola caliente a la vela y la engancharemos a los bastoncitos.
Y ya tenemos nuestro portavelas de pared hecho!, De esta manera nos hemos ahorrado un montón de dinero.
Por cierto, yo los he colgado en la pared con un poquito de cola caliente y así me aseguro de que no se vayan a despegar
¿Que os a parecido?
¿Conocías estos portavelas pero en su versión original?
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Fuente: este post proviene de Alquimia, donde puedes consultar el contenido original.
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