¿No te pasa que a veces conoces a alguien y de repente nace en ti una emoción sobre esa persona que acabas definiéndolo en una palabra?. Así como los sentimientos que te suelen despertar las personas que no te gustan, al contrario es lo mismo.
Anabel me transmite mucha calma, y deseo que con este post esa tranquilidad te conquiste cuando leas su entrevista y descubras qué rinconcito adora...
Todos tenemos una historia...
¿Quieres conocer la de Anabel?
"Desde el patio de un Riad contemplando las dunas infinitas del desierto de Erg Chebbi, sentada en el suelo sobre alfombras bereber escuchando historias de vidas nómadas, en el bullicio de la medina de Marrakech, aprendiendo a tejer en un taller de artesanos o paseando por las calles azules de Chaouen es donde la vida me enseñó un nuevo camino".Así comienzo la historia de Anabel, ingeniera química que se atrevió a dar un giro a su vida. Decidió en un momento importante realizar un viaje para alimentarse el alma, Marruecos fue su destino, y como yo siempre digo: nada ocurre por azar.
Allí tuvo la oportunidad de conocer a otras mujeres emprendedoras que "habían montado un hotelito" o se habían convertido en "guías del desierto", como ella misma afirma. Sus idas y venidas a Marruecos comenzaron a ser constantes y en cada viaje se traía "pequeños tesoros": una alfombra beréber, un cojín kilim antiguo...
Hoy crea y confecciona en Marruecos piezas únicas a partir de textiles vintage beréber en talleres artesanos. Y por si esto fuera poco, a su profesión de Diseñadora se suma una auténtica Travel Planner. Para quien quiera organizar sus viajes a este país, sin duda, cuenten con ella.
EL RINCÓN FENG DE AZUL BEREBER, el dormitorio.
"Con el paso del tiempo he ido eliminando elementos y quedándome sólo con los que me hacen sentir bien, y los que tienen una historia que contar".
El impresionante cabecero es una alfombra trenzada a mano de la India [desde que vi la foto sueño con ella... ¿no te encanta?]. La ropa de cama y los almohadones son tejidos artesanos elaborados en Marruecos con lana y algodón natural.
Sobre una madera nos encontramos dos picas bereber que según me cuenta Anabel, todavía se usan para amarrar las tiendas de los nómadas del desierto. Acompañadas por una bandeja vintage de té árabe.
Paz es lo que le despierta su dormitorio, y la verdad es que no le falta razón... qué calidez. Un espacio conectado con su forma de ser y de sentir.
¡La hamaca me parece lo más!, y también te la encuentras en su dormitorio. Si echas un vistazo a su Shop vas a alucinar con los textiles, puf, alfombras maravillosas y elementos decorativos que no te dejarán indiferente. Si sigues su Instagram [una galería preciosa] o Facebook podrás comprobar por ti mism@, la cantidad de colores maravillosos que puedes encontrar en todos los tejidos con los que trabaja.
Gracias Anabel por compartir tu historia y abrirnos un espacio tan íntimo
como es tu dormitorio.
¿Eres fan de este estilo?
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Gracias por tus comentarios
*Todas las imágenes pertenecen a Azul Bereber.
Fuente: este post proviene de Mi casa es FENG, donde puedes consultar el contenido original.
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