En un post anterior, explicábamos las técnicas preferidas de los ladrones para acceder a las viviendas y vulnerar la seguridad que nos ofrece nuestro hogar. Entre todas las técnicas destacábamos aquellas que se basan en el empleo de las nuevas tecnologías, como el caso del uso de inhibidores de frecuencia o el de minicámaras en las mirillas.
Hoy vamos a centrarnos en este último. El método es simple: consiste en sustituir la mirilla por una micro cámara difícilmente detectable. Gracias a este sistema, los asaltantes podrán conocer de primera mano la rutina de los habitantes de la vivienda y tendrán vía libre para acceder cuando quede vacía.
Cabe destacar que las cámaras empleadas también pueden ser telescópicas. Este tipo de dispositivos no solo pretenden observar el interior del hogar, sino también cómo es la cerradura, con el fin de equiparse con las herramientas necesarias para inutilizar el bombín o abrir la puerta en cuestión de segundos. Aunque el objetivo inicial de estas cámaras es permitir al propietario de la vivienda conocer quién llama a la puerta a través de un sistema de vídeo, su mal uso se ha extendido y son muchos los cacos que optan por utilizarlas en sus robos.
Ahora bien, el hecho de que un intruso potencial haya logrado cambiar la mirilla de nuestra puerta por una minicámara, no quiere decir que pueda acceder al interior de la vivienda. Siempre podremos mantener la seguridad del hogar intacta con la instalación de la Alarma Triple Seguridad de Prosegur.
Este dispositivo cuenta con sistema anti-intrusión, anti-inhibición y anti-sabotaje así que para los intrusos será casi imposible acceder al interior. Además, en el hipotético caso de que lograsen entrar, la alarma detectará la intrusión y avisará al personal técnico cualificado de la Central Receptora de Alarmas (CRA), que dará parte inmediato a las autoridades en caso de ser necesario.
Así que ya lo sabéis, mantened vuestros hogares a salvo con la instalación de la alarma Prosegur, la única con Triple Seguridad.
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