Carla quería regalar unas galletitas a sus amigas y éstas fueron las elegidas porque son graciosas y fáciles de hacer. Nuestro cortador de galleta de gingerman ya marca los ojos, boca y botones por lo que no hay pérdida y los niños las pueden decorar bastante bien para que queden unas galletas bonitas y presentables para regalar, yo sólo he hecho algún detallito más difícil como el zig-zag de pies y manos.
En realidad no son de jengibre, sólo son galletas en forma de hombre de jengibre porque a los niños no les gusta el sabor especiado, así que hicimos la clásica receta de galletas de mantequilla.
Por internet había visto unos hombres de jengibre agarrando un bastón de caramelo y nos pareció que eran diferentes, por lo que hicimos unos agarrando un bastón grande y otros con uno pequeño en la mano.
Para hacer los hombrecitos agarrando el bastón de caramelo primero moldeamos un bastoncito con papel de aluminio, lo ponemos inclinado encima de la galleta en el lugar donde después va a ir el bastón de caramelo y doblamos los brazos. No lo cerramos mucho porque tiene que haber espacio suficiente para que después quepa el bastón de caramelo.
Horneamos las galletas y una vez que estén frías, sacamos el bastoncito de papel de aluminio y decoramos con glasa la galleta, pintando los ojos y botones.
Cuando la glasa esté seca, con mucho cuidado metemos el bastón de caramelo al cual le habremos puesto glasa para engancharlo a la galleta para que así no se mueva.
Tener cuidado al poner el bastón de caramelo porque si hemos cerrado demasiado los brazos y forzamos mucho al meterlo se romperán los bracitos.
Acabar de decorar la galleta haciendo un zig-zag de glasa en manos y pies.
Y listo! Ya tenemos nuestras galletas terminadas.
A mí casi me gusta más con el bastón de caramelo pequeñito porque resulta una galleta más colorida, puedes dibujar una bufanda, se ven más los botones...
Y si a alguien no le gusta el caramelo pues nada, sin el bastón también quedan muy cucos.
Ahora sólo queda repartirlas y que sus destinatarios las puedan disfrutar tanto como nosotras haciéndolas.
Por último os quiero dar una receta muy especial, la receta de la Navidad: juntar varias medidas de ilusión, una pizca de amistad y un gesto de ternura. Hornear la mezcla con un ánimo paciente. Envolverla con risas, luces y canciones. Y finalmente, ofrecerla con el corazón.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!!
Un beso muy fuerte.
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