En la cocina domina el estilo provenzal con un precioso solado de barro cocido, aires rústicos, colores naturales como el verde, el lavanda o el azul, creando un cierto aire vintage de campo. La cocina se puede ver desde la entrada del piso. La entrada se pintó en azul claro y se restauró la carpintería original de la casa. En la entrada, se aprovechó un espacio para instalar un pequeño despacho.
Los espejos que adornan varios rincones dan una sensación de profundidad además de crear efectos interesantes con la luz natural.
El dormitorio esencia parisina. Al fondo, frente a la ventana, un escritorio vintage adquirido en Bélgica aprovecha la entrada natural de la luz. Toda la estancia cuenta con un zócalo de madera que le aporta un toque nórdico y de naturalidad. Muchas de las piezas de mobiliario son creaciones de la diseñadora, como las mesas de la entrada, la coffee-table, la consola y las lámparas de pie en el salón, las sillas y el banco en el comedor, así como las mesillas de noche y el cofre en la habitación, entre otros.
Una casa que resulta el mix perfecto de estilos recopilado a lo largo de viajes y lugares con encanto.
¡Feliz día a todos!
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