Si damos una vuelta por Pinterest o Instagram, no será difícil que nos encontremos con la cocina de IKEA en un millón de versiones, a gusto de de su creador. Pero hoy os traigo ésta en concreto porque el efecto de los “azulejos vinílicos” me ha encantado.
Algunos de los consejos que nos da la creadora de este hack de IKEA es que desmontemos la cocinita, de este modo será más fácil ir incorporando los distintos elementos.
Pintaremos en blanco todos los elementos que por defecto vienen en gris, para ello utilizaremos pintura en spray. Nos quedará un acabado perfecto, si bien es cierto, que no resistirá años y años a las tardes de juegos de los más pequeños, pero cuando veamos que la cocinita empieza a estar más estropeada siempre podemos darle una nueva capa en otro color y tunearla de nuevo con las tendencias del momento. Para que la pintura aguante el mayor tiempo posible, podemos echar una capa de barniz, que ayudará a fijar la pintura y a que ésta sea más agradable al tacto.
En este caso han decidido añadir un pared de fondo, para ello solo han tenido que forrar con papel vinílico una madera (que podéis conseguir en papelerías o en Leroy Merlín por ejemplo). El panel tiene las siguientes medidas 68cmx49,6cm y 3mm de grosor. El efecto de las baldosas, que solo tendremos que pegar es realmente increíble.
Para terminar con la customización de nuestra cocina solo tendremos que añadir diferentes elementos decorativos, como tazas de té, cacerolas y más menaje de cocina y alguna plantita.
Vía
¿Qué os parece esta versión de la cocina más famosa de IKEA?
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