La huella en el espejo...

Y dale con la huella.... -¡Te estás volviendo muy pesadita con eso del paso del tiempo! - ¿Yooooo? ¡Pero tendrás cara! ¿No eras tú la que decía que teníamos que hablar más de cosas que afectan a mujeres de nuestra edad? (una edad muy potente, todo sea dicho de paso) - Sí, sí, pero en plan bien, nada de huellas, ni arrugas, ni marcas, ni manchas... - A ver, ¿es que acaso los niños no tienen lunares? ¿No tienen las rodillas marcadas por las cicatrices de caídas de la bici, patadas por el fútbol o golpes con los columpios? Que si todo estuviera en perfecto estado no habría interés. ¡La diferencia es un grado! Y nosotras somos diferentes, ea, especiales, originales, con cietas huellas, sí, pero no demasiadas, que aún nos quedan muchas por conseguir. Y no sólo en nuestra piel, también en nuestra alma, que para eso hay personas por conocer que seguro anidarán en nuestros corazones, marcándolos con una estela de bonitas marcas (y algunas feas, que hay gente "pa tó", pero esperamos sean las menos). Así que...., agradezcamos esos rastros porque, como las de estos espejos en los que nos miramos, nos darán caché, estilo, elegancia e imperfecta perfección.





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Por cierto, ya hemos conocido a algunas de las blogueras a las que seguimos y que nos siguen. Ellas sí que dejan huella ¡y muy buena! Ya os contaremos con más tiempo....