En mi opinión, el aroma en la vivienda es una de las partes imprescindibles que hay que cuidar, porque es una forma exquisita de crear un ambiente placentero tanto para nosotros mismos como para nuestros invitados. En realidad, el olor se ha convertido en parte de la decoración. Una fragancia bien seleccionada tiene el mismo efecto que unos muebles cuidadosamente elegidos.
Los ambientadores, las velas y las flores perfumadas, los aceites no deben faltar nunca. Los olores a lavanda, jazmín, o limón potencian la sensación de limpieza y la relajación.
Por otra parte, existen muchas formas innovadoras de aromatizar la estancia, los muebles, objetos, etc. El papel de armario perfumado nos da la oportunidad de dar un aroma refrescante al interior de los cajones o de los estantes. El agua de planchar perfumada nos puede servir para la ropa de cama, por ejemplo.
¿Y vosotras? ¿Qué tipo de ambientadores usáis?