El día “Ocaña” empieza con un vermut en la terraza viendo como transcurre la vida de la plaza Real para dar paso a la comida en el restaurante, a medía tarde unas cervezas en el café que sirven de aperitivo a los cócteles en la Apotheke, para terminar la noche en el Bar con su selección de Djs.
En 1850 se inauguró en la conocidísima Plaza Real de Barcelona la primera cervecería de la ciudad, “Vivancos”, pistoletazo de salida para que en ella se instalaran, bares, cafeterías, salas de música, restaurantes y discotecas, una oferta de ocio imprescindible para una ciudad que crecía a ritmo vertiginoso. Tras distintas épocas de franca decadencia, su modernización, empezada en la década de los 80 por los arquitectos Correa y Milá, supuso una nueva inyección de vitalidad y energía a la plaza.
Divertida, colorista, vital y carente de prejuicios… así es la terraza de Ocaña: el mejor palco para disfrutar de un entorno único en la ciudad.
Rodeada de soportales, la Plaza Real fue construida a mediados del siglo XIX… en su centro, junto a la fuente, encontramos las farolas diseñadas por un joven Gaudí, cada una de ellas con seis antorchas rematadas con el dios griego Hermés, el dios olímpico mensajero, de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores, de los oradores y el ingenio, y el comercio en general, de la astucia de los ladrones y los mentirosos…
Una terraza cosmopolita, bohemia e imaginativa que ofrece un cálido abrazo a todos aquellos que pretenden disfrutar de un ambiente relajado observando el ir y venir incansable de turistas, barceloneses y vecinos de tan singular enclave.
Una reforma titánica permitió conservar los materiales originales del espacio; cada tablón del suelo de roble europeo del suelo, de varios siglos de antigüedad, fue restaurado uno a uno, supuso un año de incansable y productiva recuperación.
Los muebles de diseño de distintas épocas y estilos, proceden de infinidad de rincones de medio mundo, fusión que aporta al local una extraordinaria y atractiva armonía entre aquello nuevo, lo antiguo y lo viejo.
Paula Casanovas y Flip Planas son los responsables del equipo de restauración del Ocaña. Paula regentaba Les Petxines en Lloret de Mar, galardonado con una estrella Michelín y Flip el conocido restaurante Ot, excelente garantía del saber hacer, experiencia y conocimientos para certificar una cocina en sintonía con el lugar.
En el Café del Ocaña se vive el ritmo infatigable de la Plaza real. Desde primera hora de la mañana hasta su cierre, se puede disfrutar del depertar de la ciudad, fabulosas tapas, cenas al sol o exquisitos cócteles.
Una carta de cócteles diseñada por Mario Greenfield, propietario de locales de prestigio y éxito como Amano Bar, Mani Restaurant, Tausend y el Rocco & Sanny ubicados en una de las ciudades más cosmopolitas del mundo, la transgresora e inigualable Berlín.
Deliciosos cócteles realizados con ingredientes de primerísima calidad para ofrecer recetas únicas en el corazón de la Ciudad Condal. Del clásico Moscow Mule a la deliciosa Sangría de Albahaca creada a partir de una infusión de Brandy, naranja y arándanos, una carta singular, original y sublime de principio a fin.
En definitiva, un lugar imprescindible, para disfrutar, saborear y compartir.
La entrada Ocaña: gastronomía y copas con aire berlinés en el corazón de Barcelona aparece primero en HomeLifeStyle Magazine.