Vivimos en un dúplex desde hace unos años y me encantan las buhardillas, aunque antes siempre había pensado que quizás no eran muy cómodas. Ahora, después de cinco años en nuestra casa, he cambiado de idea, y es que son recogidas, entrañables, hogareñas y te hacen sentirte como en un refugio. El pequeño piso de hoy os va a encantar por todo eso y por las buenas soluciones que se han adoptado para optimizar el espacio. Además, la decoración está en total sintonía con la estructura de este estudio... ¿¡Se necesita más!?