La puerta de los dioses, se encuentra en Perú, muy cerca del misterioso lago Titicaca, en una zona conocida como Hayu Marca, una remota región aislada y montañosa, a cuatro mil metros de altura, que se localiza a unos 35 kilómetros de la ciudad más cercana, la pequeña localidad de Puno-Perú en la costa del lago.
Debido a la dificultad del terreno la zona ha sido poco explorada, pero desde antiguo los indígenas del lugar la han conocido como la Ciudad de los Dioses, pero a pesar de este nombre no se han hallado de momento, ningún tipo de edificación. Quizás el nombre provenga de la extraña forma del terreno, en el cual parecen adivinarse, grandes murallas y construcciones sobrenaturales.
Lo que sí es real es la que se denomina la Puerta de los dioses, un gran cuadrado de siete metros de lado tallado en la roca, y en el centro de su base, una forma más pequeña con forma de T, de la altura de un hombre, en la parte central de esta puerta más pequeña hay tallado un orificio circular, del tamaño de un plato.
No se ha podido datar a que época pertenece esta extraña forma, pero teniendo en cuenta que está relativamente cerca de los sitios arqueológicos de Puma Punku y Tiahuanaco, que además guarda cierto parecido con el estilo de la llamada puerta del Sol, hace pensar que su antigüedad, puede perderse en el origen de los tiempos.
Sin embargo, las antiguas leyendas peruanas cuentan que un antiguo rey llamado Sasan Muro, que provenía de un antiguo continente desaparecido, traía con él objetos de una tecnología superior. Es el que unificó a las antiguas tribus peruanas y les enseñó a llevar a cabo las magníficas construcciones.
Entre estos objetos se encontraba una especie de disco o plato de oro, ricamente decorado y con el que se podía cruzar el portal usándolo como llave, el cual se pondría en el orificio circular tallado en la puerta pequeña con forma de T.
La misma leyenda cuenta que mucho tiempo después, cuando llegaron los conquistadores españoles, un sacerdote Inca llamado Amaro Meru, ante el peligro que corría el disco sagrado de caer en manos ajenas, lo usó para abrir el portal, durante la ceremonia una luz azul poderosa salió del mismo cuando se abrió el túnel interno, que comunicaba con la morada de los dioses, después de cruzar el portal éste se cerró y no se le volvió a ver.
La leyenda finaliza diciendo que la puerta se abrirá mucho más grande, y que los dioses volverán a la tierra en sus naves solares.
Lo cierto es que la puerta está ahí y el motivo por el que se hizo sigue siendo un enigma, salvo que hagamos caso a la leyenda y que sea un portal dimensional que permita el tránsito entre mundos distintos. Nuestra física teórica ha especulado mucho sobre éste tema, si en la antigüedad una civilización más avanzada que la nuestra, llegó a construir un portal dimensional, sería una manera más fácil de desplazarse por el espacio que con naves interplanetarias, que viajarían relativamente lentas para las enormes distancias que tendrían que recorrer.
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