La vida aquí se reduce a temporadas en los que se va al bosque en bicicleta, se toma el sol en un muelle propio, se plantan flores en el jardín y reciben a amigos y vecinos en plena naturaleza. La idea del reciclaje y el uso de piezas más contemporámeas y modernas en contraste con los materiales y el aspecto más rústico, le confieren al ambiente un estilo ecléctico lleno de matices. En la cocina y para crear una diferenciación de la zona de trabajo, se pinta de blanco el ladrillo y se juega con los colores vivos de elementos y complementos decorativos, que aportan viveza al espacio. El dormitorio nos recuerda a un refugio de campo con aires rústicos vintage.
Toda la vivienda "abusa" del ladrillo que, a la vez aporta calidez y confort. Esta vivienda es un poco como el sueño de Pipi Calzaslargas ¿no creéis? ;)
¡Feliz día a todos!
Fotografías [] WerandaVirlovaStyle
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