La seña de identidad de los sofás chester es su tapizado capitoné, con botones repartidos de manera geométrica a lo largo del respaldo y en los reposabrazos. Aunque, tradicionalmente, la piel y tejidos como el terciopelo han sido los favoritos de los fabricantes de este tipo de sofás, hoy en día también podemos encontrarlos en algodón o lino y en un sinfín de colores.
El éxito de este tipo de sofá radica principalmente en que encaja a la perfección en estilos clásicos, vintage, nórdico, shabby, industrial… Como lo demuestra la selección de fotos que os he preparado.
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