Supersticiones aparte...

Ninguna de las dos somos supersticiosas, lo que consideramos una suerte, la verdad. Es de esas cosas que no eliges ser o no ser, y que, casi con toda seguridad, viene condicionado por el entorno en el que te crías. Sólo una excepción confirma la frase con la que hemos iniciado el post; una de nosotras no puede evitar echar un puñado de sal por encima de su hombro izquierdo, si, por un descuido, esta se derrama. Y, claro, a fuerza de ver el gesto, su hija hace lo mismo... Quitando este "detalle" que, según hemos leído por ahí, se remonta a los sumerios (¡ya ha llovido sal!) y que se hace para cegar al demonio cuando se quiera acercar por detrás, nosotras pasamos por debajo de escaleras, nos encantan los gatos negros e incluso llevamos en el bolso algún espejo descascarillado. Por eso tampoco nos afecta eso de abrir un paraguas dentro de casa y, mucho menos, si son tan bonitos y decorativos como estos.



Foto


Foto



Foto


Foto


Foto


Foto


Foto

Y vosotr@s, ¿tenéis supersticiones?

Fuente: este post proviene de Retro y con Encanto, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...

Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...

Recibimos este silloncito de regalo. Estaba en perfecto estado, incluida la rejilla que tan delicada es... Sólo necesitaba encolarse por algunas partes, y de ahí la cuerda que veis abajo. Después de d ...

Recomendamos