Se trata de un dúplex de estilo nórdico de 90 metros cuadrados con dos habitaciones, un baño, cocina con comedor y salón con terraza. Aunque no es pequeña, sí tiene una estructura complicada que desde Alvhem han sabido resolver a la perfección. Las plantas se conectan mediante una escalera a medida en blanco, enmarcada en una pared de ladrillos vistos. Pero para aprovechar el espacio, esconde en su interior un armario para bolsos y abrigos y otros dos espacios de almacenaje.
Los armarios no llevan tiradores, así que cerrados pasan casi desapercibidos. Como detalle, no solo se ha aprovechado la pared de ladrillo visto, sino las irregularidades de esa estructura para colocar plantas y decoración.
En la planta baja, junto a la escalera se encuentra la cocina, en tonos blancos con encimera de madera alistonada (¡una combinación que ya sabéis que me encanta, que así he puesto mi cocina!). Aunque es una cocina pequeña, se ha conseguido mucho espacio de almacenaje. No solo haciendo armarios a medida aprovechado la altura de la planta, sino también creando un murete que la separa del espacio de la escalera y hace las veces de barra para desayunos. Así se cierra el espacio y se crea un lugar donde colocar más encimera, la pila y armarios inferiores.
Cada rincón cuenta, así que la cocina ‘roba’ un poco del espacio bajo la escalera para conseguir más espacio de almacenaje con baldas.
Enfrente se encuentra un rincón para el comedor, donde se ha colocado la nevera y un par de muebles estrechos para guardar el menaje sin restar muchos metros.
Junto al comedor y comunicado por una puerta corredera empotrada en la pared (una solución genial para espacios pequeños), se encuentra el dormitorio del bebé. Pero escondido tras el enorme armario con puertas de espejo que amplifican visualmente la estancia, se encuentra una mesa y una silla para hacer las veces de despacho o cuarto de costura cuando se necesita.
En la habitación principal, se gana almacenaje bajo los grandes ventanales gracias a un mueble bajo que no quita luz y permite aprovechar el espacio.
Otra buena idea del drmitorio principal son las baldas estrechas en alto sobre la cama, donde poner libros o decoración.
También en el baño cada hueco se aprovecha para colocar baldas y encimera, y un gran espejo multiplica la sensación de espacio.
En la planta superior se encuentra el salón, comunicado con la terraza. Unas preciosas vigas vistas de madera enmarcan la sala, y al ser una última planta, el techo y una de las paredes se encuentran en declive. Nuevamente, ese rincón no es un espacio muerto, sino que colocando baldas y unas maletas a modo de mueble bajo se ha ganado espacio para colocar cosas.
La terraza tiene puertas abatibles que pueden abrirse completamente para integrarse con el salón cuando hace buen tiempo.
Y, como no… ¿Que hay un espacio en la estructura? ¡Ya tenemos un hueco para baldas para colocar cositas!
¿Qué os parece? ¿A qué es una preciosidad y han encontrado ideas geniales para aprovechar el espacio? ¡Se puede tomar nota para imitarlas!
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