Del salón que hoy os muestro hay una parte que ya conocéis, el comedor,
puesto que fue allí donde montamos para Estoy Contigo En una
Mesa de Acción de Gracias.
Pedí permiso a Cecile, la anfitriona, para tomar fotografías de
su maravilloso salón a lo que accedió encantada.
La luz es la protagonista indiscutible de este espacio, inundándolo
todo y aportando un ambiente alegre y acogedor.
Los altos ventanales de los balcones, con la carpintería original
pintada en blanco, tienen orientación sur y desde ellos se divisan
los tejados de otros preciosos edificios del barrio de Chamberí,
donde se encuentra situado este fantástico piso.
El espacio fue reformado manteniendo elementos originales como
el suelo en espiga de pino meli.
Se eliminaron tabiques para integrar el pasillo, así como una galería
exterior, con lo que se consiguió un espacio más amplio y actualizado.
La eliminación de tabiques requería de un punto de afianzamiento de
la estructura y se optó por una columna de hierro de estilo industrial
que aporta un contrapunto muy atractivo y aumenta la sensación
de espacio tipo loft.
La decoración aúna piezas de estilo clásico renovado con otras de
diseño actual, como los sofás blancos de líneas sencillas o las sillas
Dream de metracrilato transparente, así como algunas piezas
antiguas sabiamente integradas.
Aunque Cecile me dio permiso para fotografiar otras estancias de su casa,
no quise acceder a zonas más privadas, tan sólo una fotografía del cuarto
de juegos de las niñas que ocupa un espacio octogonal correspondiente al
torreón que el edificio tiene en la esquina.
Lindo, ¿verdad?
Igual que esa puerta entreabierta dejando ver un maniquí y otro
de los luminosos ventanales de esta maravillosa casa.
Os deseo un feliz comienzo de semana.