Esta vivienda situada en los Países Bajos anteriormente a que la adquiriesen sus propietarios era una Iglesia. Esta circunstancia condicionó relativamente la decoración, optando por colores blancos y delicados tonos pasteles.
Los grandes techos e inmensos espacios abiertos fueron un reto a la hora de conseguir un ambiente cálido y acogedor. Esto se solucionó gracias a la utilización de colores suaves y románticos, junto con los textiles acogedores y la colocación de papel pintado en ciertas paredes.
En la antigua zona del altar de la Iglesia, bajo el techo en forma de cúpula, ahora se encuentra el salón, sobre una planta poligonal y con unas imponentes ventanas que lo rodean. Un espacio incomparable en el se distribuye el mobiliario de suaves lineas rectas en colores ocres que combinan con materiales en madera natural, creando una atmósfera repleta de paz y sosiego.
El comedor es otra de mis estancias favoritas, situado junto a la cocina, esta compuesto por una gran mesa acompañada por un banco y confortables sillones que ayudan a buscar esa calidez que ansían sus propietarios.
La luz por el día entra a raudales por las numerosas ventanas que rodean el edificio y cuando oscurece se ilumina por las originales lámparas que cuelgan desde los altos techo.
Te dejo con la imágenes de esta antigua Iglesia convertida en vivienda para que no te pierdas ni un detalle......merece la pena!!
Vía
Si os ha sorprendido esta vivienda os dejo esta otra, construida en una antigua carpintería
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