En la cocina de ésta vivienda reformada, se ha aprovechado toda la luz natural proveniente de ventanas y puertas, gracias a un diseño que la comunica con el office, pero que mantiene su privacidad con el comedor y salón debido al sistema de puertas correderas que los separa.
El color negro de los muebles bajos, le aporta un aspecto de contraste elegante y moderno, dejando el blanco para el resto de los muebles, que aligeran el ambiente y contribuyen a darle mayor claridad.
Con una distribución en L con península, está compuesta por una zona de lavado con fregadero incorporado en la encimera blanca de Krion, lavavajillas de integración total, cajones y caceroleros de apertura asistida, todo ello debajo de una amplia ventana convenientemente ubicada entre los muebles inferiores y los tres altos abatibles.
En la no muy larga península está situada la placa inducción de dos zonas y un genial Teppan Yaki, ambos de Gaggenau, además de una práctica barra para desayunos de madera que, junto con los taburetes rojos, le dan un toque de color a todo el conjunto.
La campana Gutmann de techo garantiza una extracción eficiente y necesaria en espacios abiertos como éste y no representa un estorbo visual como lo podría ser cualquier modelo de isla en forma de T invertida.
Paralela a la bancada principal, se encuentran tres armarios columna, uno con horno y microondas, otro para el frigorífico de integración Liebherr y por último una funcional persiana para pequeños electrodomésticos con cajones en su parte inferior.
En cuanto a los acabados, se trata del modelo Minos lacado negro brillo y Karmel blanco seda mate de Santos, con tirador oculto o de barra.
Es un estupendo proyecto de Clysa.
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