Gran parte del elemento diferenciador en decoración es el estilo. Pero muchas veces no sabemos por dónde empezar. Y es justo lo que nos causa frustración. Sí, tengo una mesa, me sirve como mesa, cabe todo lo necesario, es cómoda y está a la altura adecuada. Pero la miro y no veo belleza, calidez, diseño, armonía, luminosidad. Y qué me decís de… “es que me falta algo, no sé, estoy cómoda, pero no la siento mía”.
Pensad en una cosa; muchas veces, en las distintas casas que hayamos vivido, lo que más nos ha gustado, lo que más a gusto nos ha hecho sentir han sido los detalles.
Yo recuerdo una de las primeras casas en las que viví por mi cuenta. Era una casa pequeña, un apartamento en el bajo de una villa. Me encantaba. Era feliz. Y la casa no tenía nada. Era un país en el que el concepto estético era algo diferente y el mobiliario chocaba con nuestros gustos. Pero los dueños de esta casa lo habían decorado con sólo lo imprescindible y yo tuve suerte de llegar a tiempo y poder decirles que no me pusieran nada más. Así que todo estaba muy nuevo pero poco sobrecargado (tendencia habitual en la ciudad en cuestión). Era luminoso y estaba en una buena zona. Con una mantita y una pequeña lámpara de mesa que me había comprado en un supermercado yo estaba encantada. Era el espacio que yo había hecho mío para aquel tiempo.
Lo que quiero decir es que tenemos que fijarnos en los detalles. La diferencia con las casas en las que vivimos varias personas durante varios años es que las cosas se acumulan. Y no se acumulan sólo nuestros objetos, también los de aquellas personas con las que convivimos.
Si partimos de los detalles podemos lograr grandes cambios. Y por eso, a partir de la semana que viene vais a disponer en Ebom de una pequeña guía de estilo que os va a dar indicaciones muy concretas para conseguir transformar vuestros espacios.
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En realidad toda cuestión de estilo es una cuestión de aprendizaje. Aunque hay quien dice que no, que se nace. Pues yo creo que se aprende. Observando, copiando, probando y arriesgando. Y lo que vamos a hacer aquí a partir de ahora es eso. Aprender a decorar nuestras casas. No vamos a sustituir el trabajo de un profesional, claro, que aparte de componer asume muchas otras responsabilidades. Lo que vamos a aprender es a dotar de estilo y personalidad (que eso sólo lo puede hacer uno mismo) a nuestros espacios. ¡Muy atentos porque vamos a empezar a trabajar juntos!
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