Septiembre es como enero, el fin de algo, el comienzo de algo. El fin del año, el final de verano. En ambos momentos se terminan las vacaciones y hay que volver a la cotidianidad. Y entonces como ahora, hacerlo supone un esfuerzo redoblado, físico por los desfases culinarios, mental por volver a someternos a las exigencias del reloj y de las demandas de la vida diaria, y económico por “la cuesta de enero” y “la vuelta al cole”.
Con esta comparación lo que quiero haceros ver es que si afrontáis este periodo con calma, sin precipitaciones, sin exigiros volver al ritmo al que habíais llegado antes de las vacaciones, y, sobre todo, pensando en algo nuevo por hacer, la vuelta será más transicional. Así cogeremos carrerilla para que, una vez avanzado el mes de septiembre, estar en plena forma para sumergiros en la vorágine del día a día.
Esto es lo que yo suelo hacer durante, al menos, la primera semana de vuelta:
Una lista flexible y abierta de todas las cosas que voy a tener que hacer durante el mes, pero sin necesidad de que tenga ningún orden o preferencia, simplemente lo apunto.
Un repaso de lo que han sido las vacaciones y, si tengo fotos, las imprimo o hago un álbum. Sí, hay un montón de aplicaciones que te permiten hacerlo desde el movil directamente. No hay excusa. También puedo pasarlas al ordenador, el caso es que me sirva para recordar lo que he hecho y recrearme en esos momentos para que me animen en los próximos meses.
Empiezo a pensar en mi próxima cápsula de ropa, compro alguna revista, leo más blogs de moda, etc.
Me pongo una pequeña meta. Esta vez va a ser programar mejor las comidas, son mi punto débil.
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Y sobre todo tener en cuenta algo que es muy importante: concederos el derecho a no exigiros demasiado, a que la casa puede estar desordenada durante los primeros días, si verdaderamente en tu casa todo tiene su sitio y cada cosa su tiempo, entonces todo volverá a funcionar como lo hacía antes de las vacaciones. Procura no perder los nervios y la paciencia -y tómate alguna licencia si ves que va a pasar-. Quedar con alguna amiga, dar un paseo por la playa o preparar una taza de té, seguro que te ayuda a bajar la tensión y la ansiedad, al menos a mi sí.
Y tu vuelta al cole ¿cómo es?. Gracias a todos por seguirme, hasta la próxima.
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