Pintura a la tiza en blanco roto por el exterior (tres manos, porque el material así lo exigía)...
... y en fresa boho por el interior. Para proteger, su correspondiente barniz.
Encargamos en nuestra cristalería favorita, que siempre nos saca de apuros, un espejo cortado a la medida de la circunferencia interior. Y adherimos al fondo de nuestra lata con silicona.
Un viejo cinturón imitando cuero, con lazo incluido, nos gustó para colgar en la pared a "la Lola" (oculta ya bajo capas de pintura, la pobre...).
¡Listo! Nuestra gala favorita, Falbala, le da la espalda al espejo porque éste no tiene secretos para ella.
Con esta fruslería nos vamos a casa de Marcela Cavaglieri a su Finde Frugal número 125.
¡Feliz fin de semana!