Australia es amplia y plana. Como resultado, sus casas son anchas y planas. El proyecto de esta casa exploró la idea de crear un hogar vertical, en contraste con las típicas casas.
Se optó por configurar la vivienda con cinco volúmenes verticales conectados entre sí en la planta baja. Estos volúmenes estrechos y con cubierta a dos aguas, asemejan un pequeño pueblo externamente, sin embargo, internamente es un hogar. La casa desafía la lógica, en el exterior parece una serie de estructuras pequeñas, mientras que internamente los espacios son grandes y están conectados. Esta distribución permitirá en el futuro poder independizar los volúmenes según las necesidades que surjan. Dentro de la casa se han ocultado paneles deslizables que permiten a las grandes habitaciones compartidas dividirse en otras más pequeñas.
La casa se ha diseñado según principios sostenibles. La fachada se ha alineado al sur, de manera que se empape de las máximas horas de luz natural. Las aberturas y ventanas han sido diseñadas para optimizar la ganancia solar pasiva, lo que reduce drásticamente las demandas de calefacción y refrigeración. Los techos blancos también contribuyen a reducir el calor en el interior.
En el diseño de la Ópera de Sydney, Utzon habló de la cubierta como la quinta fachada, sabiendo que el techo sería una parte del edificio que dominaría la vista desde el puente del puerto y los edificios altos cercanos. En la actualidad, Google Earth ha hecho que la cubierta sea la cara pública de nuestros edificios, ya no sólo las fachadas de la calle. Por ello, se diseñó la Casa Torre deliberadamente para que se viese hermosa también desde el cielo.
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