Cuando tenemos una cocina pequeña, la mejor solución para ampliar visualmente el espacio y ganar en luminosidad, sin duda es utilizar colores claros. Hoy os enseño una transformación espectacular de una cocina en la que los colores beige y madera se han sustituido por un predominante blanco y a la que además le han añadido unos lujosos toques de color dorado que me han rechiflado.
Las paredes han sido alisadas totalmente retirándose el alicatado perimetral a la encimera, aplicando pintura de color blanco en todas las paredes. También se ha aplicado pintura sobre todos los frentes de la cocina y se han instalado unos tiradores retro muy sencillos en color dorado.
Los armarios altos en una de las zonas, han sido sustituidos por unas acertadas baldas blancas con escuadras en tonos dorados, dejando a la vista vajilla, accesorios y vasos en cristal con decoración dorada. Suelo y encimera de granito es lo único se mantienen intactos, y quizá es lo que consiguen aportar calidez contrastando con la neutralidad del blanco y el brillo del dorado.
Para romper con la linea del blanco y el dorado colocan una alfombra étnica en el binomio estrella: Blanco y negro. ¿Y a vosotros que os parece? ¿Os gusta la combinación del blanco con el dorado?
Imágenes vía
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