Sí, porque en nuestro hometour de hoy nos vamos hasta Tribeca, en el Lower Manhattan, a un apartamento situado en un edificio con tanta historia como el barrio que lo acoge. En sus 200 años de historia, ha sido desde una fábrica de paraguas, hasta una escuela, pero este edificio y, sobre todo, el callejón de al lado, son un gran plató en el que no paran de rodarse pelis: un día viven allí las Tortugas Ninja, y al siguiente muere el padre de Batman... puro cine. Así no es de extrañar que PieterJan y Jett estén encantados con su casa, ¿les acompañamos dentro?
No es nuestra primera vez en Nueva York, hace tiempo ya visitamos un par de apartamentos en los que el color era la nota dominante, pero lo que no habíamos hecho aún es visitar Tribeca, uno de los barrios neoyorquinos que ha sabido reinventarse y pasar de ser un distrito industrial a un barrio de moda en el que los almacenes y desvanes se han convertido en apartamentos y negocios... vamos, que este barrio tiene todo lo bueno del viejo y el nuevo Nueva York, y eso es lo que les gusta a nuestros anfitriones de hoy, esa mezcla perfecta entre el ambiente bohemio que se respira en el barrio y la arquitectura clásica de la ciudad. Como explica Pieter Jan, en este apartamento, "algo se rompe todos los meses y hace frío en invierno con nuestros gigantescos ventanales acristalados... pero como se suele decir, ese es el encanto del viejo Nueva York".
Ese encanto irresistible de la mezcla es el que marca la pauta también en la decoración. En el luminoso salón, un sofá con chaise longue en tono neutro es la única pieza estándar que vamos a encontrar, el resto es una mezcla de objetos y texturas que, a pesar de sus diferencias, encajan sin estridencias. Un sillón de diseño tapizado en rosa pastel contrasta con un banco de color rojo que se utiliza como mesa de centro, y a su lado, como si tal cosa, un tipi de piel. La gran alfombra de algodón multicolor a los pies de todos ellos sirve como nexo de unión. En contraste, las paredes se mantienen prácticamente vacías, con sólo alguna lámpara, y una escalera apoyada contra una de ellas, que se utiliza a modo de estantería para exponer objetos curiosos.
Las plantas son una constante en este apartamento que las convierte en focos de atención en todas las estancias, desde las grandes plantas de hojas grandes que forman parte de la decoración del salón, hasta las suculentas que se agrupan alrededor de la mini colección de objetos espaciales que, protegidos por una campana de cristal, se exponen sobre una cómoda de estilo clásico. Una mezcla que, aunque con más luz en este caso, me recuerda un poco a la floristería de Tolouse que visitábamos hace unos días, ¿os acordáis?
Pero no nos distraigamos, porque aún nos quedan muchas cosas que ver en este apartamento, por ejemplo la cocina, donde lo que más me gusta de todo es la sensación de hogar que transmite. Ya lo veis, no es necesario tener unos muebles a la última para que tu cocina resulte actual, basta con saber elegir los colores - blanco con algún contraste en negro en este caso - y poner atención en los detalles. Cosas tan sencillas como colocar una gran planta en la ventana o dejar las botellas que habitualmente utilizamos al cocinar a la vista, pero bien ordenadas, puede marcar esa diferencia. ¿No os dan ganas de sentaros a esa mesa y pedir que por favor os inviten a cenar?
Y si en el salón las paredes quedaban prácticamente desnudas, no ocurre así en las zonas de paso donde las paredes se aprovechan para montar originales composiciones donde distintas láminas de motivos tan distintos como animales o flechas, se mezclan con más plantas, pequeñas figuras decorativas, e incluso un improvisado moodboard lleno de recortes de prensa y frases inspiracionales.
Igual ocurre en la entrada, con diversos cuadros y láminas expuestos en la pared, que se unen a pequeños detalles decorativos como el ancla o la valla de la policía que, ahí situados, parecen adoptar la forma de instalación artística. Así, este espacio parece convertirse en una especie de mini galería de arte en la que, hasta los abrigos y mochilas colgados del improvisado perchero en la columna de la escalera, parecen tener un objetivo estético.
Finalizamos el hometour con una imagen de PJ - así es como le gusta a PieterJan que le llamen - apoyado en la repisa de una de las ventanas de salón que sintetiza el espíritu de su hogar: una mezcla de naturalidad con toques estudiadamente chic en la que, hasta ese remo vintage de color turquesa, parece haber sido pensado no para remar, sino para adornar y dar calidez de hogar a un apartamento cargado de historia.
Fuente @ TheDesignFiles.net
¿Qué os parece? ¿Nos vamos tod@s a pasar el lunes a Nueva York?
¡¡FELIZ SEMANA!!