Veamos el lado bueno, que lo hay, de verdad que si, un ejemplo son los colores tan impresionantes que la madre naturaleza nos muestra y por supuesto, preparar nuestras casas para recibir la nueva temporada.
Volvemos a sacar esas mantas de entretiempo que a la vez de acurrucarnos con ellas adornan de manera estupenda nuestros sofás.
Las colchas dejan de ser un objeto de decoración para cubrirnos con ellas en las noches más frescas.
Los colores, igual que en verano buscamos colorido y tonos que nos recuerden al mar, a las actividades al aire libre, tonos alegres...ahora buscamos colores más otoñales, marrones, beige, grises...
Volvemos a sacar las alfombras, vestimos esos suelos que tan solo hace unos días los queríamos libres, despejados y frescos.
Si eres de los que tienes decoración de verano e invierno, ahora decides que es el momento de guardar ese farol de exterior, el barquito que te compraste en las vacaciones o el cesto de paja donde metías unas flores y te quedaba divinamente.
Igual que tienes tu armario de verano y de invierno, la casa también cambia, se engalana con sus mejores galas para recibir las estaciones.
¡Bienvenido otoño!
Imágenes: pinterest, zara home, maison du monde