El trabajo que me ocupa ahora
es un cabecero tapizado para cama de 90,
lo vamos a integrar en un cabecero de forja
que nos resulta un tanto incómodo a la hora de recostarnos en él.
Los cabeceros de forja son más estéticos
que prácticos y cómodos pero lo solucionaremos.
Preparamos nuestro tablero en aglomerado,
por ejemplo de 90x60 cms.
Marcamos posteriormente los agujeros
donde vamos a poner los botones.
Añadimos y pegamos la espuma de
4 cms de grosor al tablero aglomerado.
Añadimos "guata" para darle un poco más cuerpo.
Comenzamos a cubrir y forrar la superficie en
todo su perímetro, bien grapada.
Comenzamos a cubrir y forrar la superficie en
todo su perímetro, bien grapada.
Empezamos a forrar con tela elegida para esta ocasión.
Y a continuación cosemos los botones con
una aguja grande de tapicero, pasándola por
los agujeros que hemos perforado en el tablero.
Y para finalizar forramos la parte trasera con otra tela para cubrir grapas y dejarlo estéticamente mejor.
Finalizamos adaptándolo al cabecero de forja.
Con esta técnica tan sencilla podemos hacer con las telas
que queramos múltiples cabeceros para nuestras alcobas.
No solo adaptándolo a un cabecero de forja sino también
anclados directamente a pared, quedan preciosos y
bastantes cómodos.