Esta vivienda unifamiliar de 250m2 se ubica en las afueras de Munich y se caracteriza por su cubierta asimétrica diseñada para aprovechar al máximo la parcela. Sus ventanas de distintos tamaños y colocadas de modo desordenado le aportan una estética más contemporánea. Por el lado de la calle las ventanas retroceden y sobresalen de la pared, y por el lado interior, grandes ventanales se abren al jardín. Esta solución le permite que tenga mucha luz natural pero mantiene a su vez la privacidad de sus habitantes.
Con su cubierta asimétrica, tanto en longitud como en inclinación, juega con la ilusión óptica de hacer ver que la vivienda tiene sólo dos plantas, cuando en realidad tiene tres. En la planta baja encontramos el comedor y la cocina, en la primera los dormitorios, y en la tercera, un estudio y una zona de estar, iluminados con una claraboya.
La estructura de la vivienda es de madera, y los arquitectos aprovecharon para diseñar con este material parte del mobiliario interior. Dos volúmenes negros son los encargados de separar el salón y la cocina (también negra) de la escalera, que cuenta con espacios de almacenamiento incorporados. La madera se combina a la perfección con los suelos de poliuretano blanco, que da luminosidad y profundidad a las habitaciones de planta baja y primer piso.
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