¿Y si al soñar fueras al cielo y allí recogieras una extraña y hermosa flor?
¿Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano?
Ah, ¿entonces qué?
Samuel Taylor Coleridge
Paz, tranquilidad y sosiego, por ejemplo. ¿Quién no quiere sentir algo así, un lunes? Adelante. Si hay una sensación que describe este hogar situado en Malmö es, sin lugar a dudas, calma. Calma en sus colores, en sus formas, en sus tejidos. Calma en general y en particular. La casa de hoy, de elevados techos altos y blancos, está compuesta por un amplio espacio libre y varios micro espacios individuales, alternándose los momentos en común y aquellos en los que se respira cierta intimidad.
Tremendamente luminosa y serena. Resalta su simplicidad que, a su vez, esconde un gran trabajo de diseño. Como escondida está la chimenea, perfectamente integrada en la pared. Aquí destaca todo por igual. Muchas de las piezas, como las lámparas de papel, los pouffs o los cestos de mimbre, se repiten dos y hasta tres veces. No es casualidad y es que así, se consiguen pequeños rincones para no dejar desnudo este gran espacio. Es una forma de vestir su alma.
Podéis entrar, coger aire
y a por la semana ;)
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