Antes de comenzar con cualquier tarea de diseño o decoración lo primero que debes hacer es sentarte y pensar qué es lo que deseas, cuáles son los elementos que puedes quitar y cuáles los que desearías agregar. Con una buena planificación obtendrás mejores resultados, además de ahorrar tiempo y dinero. Tu hogar debe responder a tus necesidades, a tus costumbres y a tus hábitos de vida. Por ello debes pensar qué es lo que necesitas más y comenzar con el diseño. Tu casa debe ser el reflejo de ti mismo. Cada elemento que pienses agregar a cada ambiente debe tener una función, y esto es aún más importante si tu departamento o casa es pequeña y cuentas con poco espacio disponible.
Siempre debes tener en cuenta que hay cosas que no debes hacer. No compres muebles sin saber exactamente con qué espacio cuenta. Si tienes un departamento pequeño, no elijas objetos de gran formato, ya que pueden interrumpir la circulación. Si quieres darle color a los techos, píntalos con un tono suave. No optes por un color más oscuro que las paredes, porque logrará una sensación aplastante, sobre todo si el espacio tiene poca altura. No pegues los muebles a la pared si no se trata de consolas, para no manchar el muro ni restar estilo al ambiente. Es un error elegir el color para las paredes sin considerar la cantidad de luz que hay en el ambiente. Los tonos oscuros como base funcionan cuando el espacio está bien iluminado. No se arriesgue a combinar cuatro o más colores fuertes en un ambiente, sobre todo cuando posee piezas con mucha textura y diseño, porque puede recargar el espacio. Deja una distancia de entre 5 y 10 cm, así el espacio se sentirá más armónico. Un problema de quienes aman coleccionar es que a veces quieren exhibir todos sus objetos sin moderación. Por eso, seselectivo con las piezas, escoge las más importantes y no satures el ambiente.
Un criterio básico y fundamental es la elección de los colores. Para ello, es preciso que hagamos una distribución coherente entre las distintas estancias, por lo que te recomendamos dinamizar los ambientes con varias tonalidades; eso sí, hay que prestar mucha atención a la manera en que los combinamos. Por otro lado, es preciso que te fijes en todos los rincones de la casa. De todo se puede aprender y, por supuesto, es necesario hacer autocrítica. Si consideras que algo debe cambiarse pues ¡adelante con ello! Muchas veces, en las cosas más sencillas está la esencia de la decoración; es decir, no hay que complicarse la vida, todo es cuestión de escoger lo que necesitamos y lo que nos gusta.