Qué es el hurto interno
El hurto interno es el tipo más frecuente de robo en un pequeño negocio. Aunque la tipología de robo interno es muy variada: va desde pequeños hurtos hasta robos de gran cuantía y sofisticación. El ingenio de los empleados para llevar a cabo pequeñas sustracciones puede llegar a ser realmente llamativo. Por ello, la pyme debe extremar las precauciones para evitar robos en el trabajo. Sin ninguna duda, el hurto en la propia empresa afecta directamente a la facturación. Por eso te traemos las claves para distinguir y evitar el hurto interno, también conocido como robo hormiga.
Las claves para evitar el hurto interno
Pequeños robos
El robo interno puede ser menor. Estamos hablando, por ejemplo, de los empleados que se llevan material de oficina. Otro ejemplo son los que utilizan equipamiento de la empresa para su uso personal.
Este tipo de pequeño hurto se puede evitar mediante varias medidas. Una es teniendo el inventario de la pyme actualizado. Otra es realizar controles periódicos serios y rigurosos. En la misma línea se encuentra el robo de los productos fabricados en la empresa o de alguno de los componentes que se utiliza en el proceso de fabricación.
Existen programas informáticos que permiten llevar a cabo un control sencillo de stocks y de productos vendidos y que resultan de gran ayuda para este tipo de situaciones. La instalación de cámaras de seguridad en tu negocio es también una opción que puede resultar disuasoria.
Robos en la contabilidad
Existe otro tipo de hurto que es más serio. Tiene que ver con la alteración de la contabilidad, los pagos falsos o el robo de dinero de la caja registradora. Para evitar estas situaciones de hurto es necesario realizar auditorías en la empresa. Si se hacen por sorpresa mucho mejor.
También resulta útil separar las funciones de los empleados. Así, te aseguras de que no exista una única persona encargada de llevar a cabo todas las tareas de compra, venta y contabilidad.
Robos en el ordenador
El robo informático es otro tipo de hurto interno frecuente y, según el sector de la actividad de la empresa, puede tener repercusiones importantes. Medidas como encriptar la información más relevante, proteger las claves de seguridad o impedir el uso de lápices de memoria o de discos duros externos son algunas de las medidas que se pueden adoptar.
Hurto interno – claves para evitarlo.
En cualquier caso, es más fácil evitar el hurto interno a través de un “trabajador de confianza“. Si entre tus empleados cuentas con una mano derecha, procura que el resto de trabajadores desconozcan esta relación de confianza. De este modo, esta persona puede ayudarte a controlar tu entorno, conocer mejor a los empleados e, incluso, identificar a un posible ladrón.
Para concluir, se puede afirmar que el hurto interno es una realidad y que existen formas de controlarlo. Además, cuando la empresa mantiene una política de formación, de cuidado del trabajador y del entorno de trabajo y unos salarios satisfactorios, la incidencia del robo interno es mucho menor.
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