La elección entre el gres de pasta roja, el gres de pasta blanca o el gres porcelánico no es complicado si sabes donde ubicarlo.
El gres de pasta blanca y el gres de pasta roja están formados por arcilla y materias primas, con una capa de esmalte final que le confiere las propiedades técnicas. Finalmente, se fabrican en un horno a una temperatura superior a 1000º. Gracias a esta combinación de la arcilla, el esmalte y la temperatura específica del horno, se consigue el color, el diseño, el acabado y la textura de la pieza.
El gres porcelánico es una sustancia de pasta compacta y no es porosa, es decir, no permite que absorba líquidos. Está fabricado con una arcilla arenosa que gracias a la temperatura del horno (1200-1400º), consigue compactarse y ser más resistente e impermeable.
La elección entre éstos, depende de muchos factores, entre ellos; el diseño. Para la mayoría el gres porcelánico tiene más encanto que los otros por tener acabados específicos característicos, como los azulejos pulidos. También son preferibles por su resistencia al tráfico de las pisadas de las personas. Tienes que decidir según el diseño que te guste y la resistencia que necesites.
No pasa nada, por ejemplo, si pones un gres porcelánico en un sitio donde no pasa mucha gente porque a lo mejor te gusta el diseño y el acabado de la pieza y tampoco pasa nada por poner pasta roja o pasta blanca en paredes.
Realmente la decisión tiene que ver con la parte estética, es decir, el diseño que preferimos, la parte técnica que es saber la utilidad que le voy a dar al azulejo según donde lo vaya a poner y la parte económica, cuánto estoy dispuesto a dedicar parte de mi presupuesto para la reforma.