Hace unos días, una de nosotras, junto con todas las compañeras del coro al que pertenece, fue invitada por cuatro de sus integrantes, hermanas ellas, a la casa familiar en un precioso pueblo extremeño. Es la segunda vez que nos vemos agasajadas con tamaña hospitalidad y nos sentimos agradecidas, sobre todo, por el cariño que desprenden. Pero también, cómo no, por el disfrute que supone pasear por las estancias de la hermosa vivienda, con una decoración exquisita, llena de tesoros de antaño.
Mil gracias a Pina, Pilar, Cecilia y Teresa, por dejarnos mostrar una pincelada de su infancia en un hogar donde la belleza y el amor compiten al unísono, donde la "seguridad" de una Familia, con mayúsculas, no puede, ni por un minuto, rivalizar con la seguridad de la imponente caja fuerte que decora el despacho del progenitor y sus ascendientes.
Ya no es fácil encontrar tesoros callejeros por nuestro barrio... Aún así, una de nosotras tuvo suerte, y mirad con que silla tan bonita se topó. Tan de moda se han puesto los muebles de madera en su ...
¡Cuánto tiempo sin publicar por aquí! Lo cierto es que no estamos muy activas por redes últimamente, pero nos resistimos a irnos, eso seguro... El motivo de esta publicación es enseñaros el cambio que ...
Animadas por nuestra puerta de cristal, perteneciente a unos enormes ventanales de un edificio antiguo, es que nos hemos decidido a volver a publicar en el blog, algo abandonado, la verdad; no es algo ...
Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en ...