Está claro que todo dependerá de la distribución de cada vivienda y, sobre todo, del espacio disponible. Pero estas imágenes seguro que nos van a servir de inspiración, para adaptar nuestro rinconcito en casa.
El clásico de los clásicos es este: una butaca cómoda junto a la ventana, para dejarnos iluminar por la saludable luz natural del día, junto con una lámpara de pie para esas lecturas nocturnas, y una mesita donde tener a mano el libro o los libros del momento.
Pero si hablamos de leer junto a la ventana, nuestra mente visualiza automáticamente esos bancos tan típicos de casas norteamericanas que nos vuelven locos. Cómodos, acogedores y perfectos para echarte una siesta, disfrutar de las vistas o viajar a través de las páginas de un buen libro. Además, también proporcionan espacio de almacenaje extra.
La siguiente imagen bien podría inspirar nuestra propia biblioteca en casa, aunque sí, no es una opción apta para muchos hogares, ¡pero disfrutemos de ella! Como vemos, tenemos un mobiliario instalado completamente a medida y enmarcando ese precioso ventanal con vistas a la naturaleza. ¿No creéis que es el rincón de lectura perfecto?
Y mirad esta forma de aprovechar el espacio para obtener más posibilidades de almacenaje para nuestros libros. ¿Alguna vez os habríais planteado instalar baldas bajo las ventanas del salón?
Y no podíamos dejar pasar el detalle DIY de este rincón, que han empleado un viejo archivador restaurado, pero manteniendo el efecto envejecido, como expositor y organizador de revistas, que bien podrían ser también nuestros libros favoritos.
Y ante la falta de espacio, no lo dudes, y pon el sofá junto a la ventana, si es por la parte de la chaise longue, mucho mejor, para convertirlo en tu propio rincón.
¿Tienes mesa en la cocina? ¿Y por qué no sustituir las sillas por un banco pegado a la pared? Con unos buenos cojines, puede ser el mejor de los refugios para las horas de lectura.
Por supuesto, en los meses de buen tiempo (y, con una buena mantita, también en otras temporadas más fresquitas), la terraza, por pequeña que sea, puede ser un espacio perfecto para leer. Cierto es que dependerá de lo ruidosa que sea nuestra zona, pero nada que unos buenos cascos no puedan solucionar.
Y por supuesto, no nos olvidemos de los peques de la casa. Fomentar la importancia de la lectura desde pequeños es importantísimo para su desarrollo, y ofrecerles un espacio adaptado es la primera de las medidas para conseguir que se ‘enganchen’ a este buen hábito. Un puff con unas estanterías a su altura, cestas donde puedan tener a mano sus cuentos favoritos, la ‘intimidad’ de un tipi… ¡Les encantará pasar el rato en estos espacios!
Esperamos que os hayan gustado estas ideas para crear rincones de lectura en casa. Nos vemos en el próximo post de Vivienda Saludable.